sábado, 10 de agosto de 2013

UN DIA EN BRUJAS

¿Quien no ha soñado alguna vez con pasear por la ciudad mágica de Brujas? Nosotros lo pudimos cumplir!!! Aprovechamos nuestra estancia en Bruselas para escaparnos un día a esta ciudad con un encanto especial que hace trasladarte a otra época. 
Salimos a las 9.30 del hotel hacia la Estación Central. Compramos los billetes de tren en la taquilla, por 15€ cada uno, ida y vuelta. Esos billetes te valen para cualquier tren a lo largo del día, no tienen hora establecida. Tuvimos suerte y a las 10.05 había un tren directo hacia Brujas, asi que no tuvimos que esperar casi nada, y en algo menos de una hora ya estabamos allí. Al salir de la estación no hace falta mas que seguir la riada de gente, jajajaja  Pero bueno, es muy simple, es cruzar la avenida y atravesar el puente.
Estuvimos mirando en la misma estación el precio del alquiler de bicicletas, pero nos pareció bastante caro y encima nos pedían de fianza 50€ por bici, asi que decidimos seguir a pie.


Nosotros seguimos esa calle recto, hasta que callejeando llegamos a nuestra primera parada, el Beaterio, un grupo de viviendas de religiosas similares a las monjas, donde se respira paz y tranquilidad. 


A la salida, vas a parar a uno de los lugares mas famosos de Brujas, el Lago del Amor o Minnewater, una fantástica belleza. Existen varias leyendas referentes a este lugar, en la actualidad el lago y el parque en el que se encuentra, es uno de los lugares mas románticos de la ciudad.


Proseguimos nuestro camino por la calle mas comercial de la ciudad, Katelijnestraat, llena de tiendas y restaurantes, hasta toparnos con la Iglesia de nuestra señora (Onze-Lieve-Vrouwekerk). Su torre, con sus 122 metros de altura, es la mas alta de la ciudad y la segunda de ladrillo mas alta del mundo. No pudimos entrar a su interior, porque los Lunes está cerrada.


De ahí, tomamos la calle de la izquierda para ver la Catedral de San Salvador (Sint-Salvatorskathedraal), la Iglesia mas importante de la ciudad.


Volvimos atrás nuestros pasos para seguir por Mariastraat, donde vimos una tienda de bicicletas donde también las alquilaban, asi que pasé a preguntar el precio y éste si que nos convenció, y encima sin fianza!! Solo tuvimos que dejar nuestros DNI. Como se acercaba la hora de comer, decidimos hacerlo primero y después tranquilamente volver para alquilarla. Asi que siguiendo esa calle fuimos a dar a una placita donde vimos un Pizza Hut en el que tenían buffet libre, y ahí entramos.

Al salir, fuimos a alquilar nuestras bicis para dar un tranquilo paseo por la ciudad. Bajamos toda la Katelijnestraat hasta el parque de Minnewater y ahí coger el paseo circular que transcurre al lado del rio y que rodea la ciudad, hasta llegar a los famosos molinos.


Mucha gente se hace el camino hasta Damme, un pueblecito a unos kilometros de Brujas, que si hubiesemos alquilado la bici desde primera hora nos hubiésemos animado, pero siendo la hora que era y quedándonos por ver todo el centro de la ciudad, desistimos. Asi que justo en el cruce donde hay que tomar a la derecha esa carretera, nosotros giramos a la izquierda para llegar hasta el centro. 


Por ahí discurría un gran canal, el cual seguimos hasta el final. Ahí giramos a la izquierda y justo llegamos al centro, a la famosa Grote Markt, preciosa!!! En esta plaza se encuentran el Campanario y el Mercado Cubierto.


Mirando a la torre del campanario, al fondo de la plaza a la izquierda sale una calle la cual te lleva hasta la otra plaza famosa de la ciudad, Burg, donde se encuentra el Ayuntamiento y otros edificios de gran belleza arquitectónica.


Justo al lado del ayuntamiento, sale una especie de callejón, pasando por debajo de un arco. Seguimos por ahí y fuimos a parar a uno de los lugares mas bellos, Dijver. Ahí se amontona mogollón de gente, porque verdaderamente las vistas son preciosas. 


Ahí también se encuentran varios pequeños embarcaderos para poder hacer un paseo por los canales de la zona sur de la ciudad. Ya que estábamos allí, decidimos hacerlo, pero como todavía teníamos las bicicletas, bajamos a dejarlas que nos encontrábamos muy cerca. Y al volver a Dijver vimos que antes de llegar también había otro embarcadero donde había menos gente, y ahí cogimos el barco. El precio y la ruta es la misma, lo pilles donde lo pilles (7,60€/persona) y te deja en el mismo lugar donde lo coges. Aqui lo pillamos nosotros:


Al terminar el agradable paseo, yo lo recomiendo aunque verdaderamente se hace corto, estuvimos paseando por las calles del centro, atravesando los pequeños canales que recorren la ciudad, deteniéndonos en callejuelas en las que llegábamos a estar solos. Que ciudad tan maravillosa, quiero volver!!! 


Eran las 7.30 de la tarde, y decidimos abandonar la ciudad. Bajamos hasta la estación, buscamos el siguiente tren a Bruselas y nos dirigimos al andén correspondiente a esperarle. Llegamos a Bruselas justo para cenar. Hoy nos decidimos a probar una de las comidas mas típicas, los mejillones al vapor y patatas fritas en uno de los tantos restaurantes que existen en la Rue des Bouchers. Esta zona me recordó al barrio latino de Paris.


Otro día mas había pasado, y que día tan inolvidable!!!